El Gobierno de Italia negocia con la Unión Europea (UE) una rebaja de su objetivo de déficit hasta entre el 1,9% y el 2%, según Il Messagero. El primer ministro del país, Giuseppe Conte, y el ministro de Economía, Giovanni Tria, negocian con Bruselas este asunto, informa el medio italiano.
La noticia, entre otras cosas, ha provocado fuertes alzas en la bolsa italiana: el índice Ftse MIB se revaloriza más de un 2%. Además, la prima de riesgo de Italia se relaja hasta los 283 puntos.
El país transalpino rechazó a mediados del pasado mes cambiar su plan presupuestario para ajustar el objetivo de déficit a las exigencias de la UE, por lo que lo mantenía en el 2,4%.
Con ello, Italia se enfrentaba a un procedimiento de infracción de la Comisión Europea, que considera que las cuentas italianas implican una “desviación sin precedentes” de las normas comunitarias.
Sin embargo, el viceprimer ministro de Italia, Matteo Salvini, sugirió hace poco más de una semana que algo podría cambiar en las negociaciones entre Roma y Bruselas. “Si hay un plan presupuestario que hace que el país crezca, (el déficit) podría ser 2,2% o 2,6% (…) los decimales no son el problema”, aseguró entonces.
Así, las últimas informaciones apuntan a que un acuerdo entre Italia y la Comisión Europea estaría más cerca tras las reuniones mantenidas por el Ejecutivo de Roma en el marco de la cumbre del G20 celebrada este fin de semana en Buenos Aires.
Según Il Messagero, Conte ha informado a los vicepresidentes Luigi di Maio y Salvini de las últimas novedades de las negociaciones, en las que se habría acordado la rebaja del objetivo de déficit hasta el 2%.
“Al final, es un éxito si crees que en septiembre nos pidieron que nos mantuviéramos en un 1,4%”, ha defendido el primer ministro italiano en una conversación telefónica, según recoge el diario transpalpino.
Una noticia recibida asimismo con optiminismo por Salvini y Di Maio, ya que el nuevo objetivo les “permitirá hacer todo” lo que prometieron en sus campañas electorales antes de llegar al Gobierno.
Fuente: El Economista (3-12-2018)
