El cable que ahorrará a Europa 395 millones al año en costes de generación eléctrica

Es uno de esos proyectos que el ciudadano medio no suele conocer, pero muchos países están pendiente de él: de hecho, la UE no solo lo ha calificado como proyecto de interés europeo, sino que además ha hecho una inyección de 578 millones de euros para su desarrollo, la más grande otorgada en un proyecto de estas características a nivel europeo.

Tras la puesta en servicio en 2015 de la línea subterránea Santa Llogaia-Baixas por los Pirineos orientales, la futura interconexión entre España y Francia a través del golfo de Vizcaya, la primera submarina entre ambos países, ha sido desarrollada por Inelfe (una empresa conjunta entre Red Eléctrica de España y Réseau de Transport d’Électricité, su homóloga francesa) y presume de cifras: una inversión de 1.750 millones de euros, un trayecto de 370 kilómetros, un cable submarino de 270 kilómetros, una potencia de 2.000 megawatios, una integración de 4.322 gigavatios-hora de energías renovables en el sistema al año, un ahorro de 395 millones anuales en costes de generación eléctrica (principalmente para España y Francia) y una reducción de 3,2 millones de toneladas anuales de emisiones de CO2, entre otros.

“Haremos la transición energética en España”

Para Andrés Cadenas, director de Construcción de Red Eléctrica de España, este proyecto no solo destaca a nivel de infraestructuras, sino también dentro de una meta de cambio de modelo: “Si queremos avanzar hacia el objetivo de descarbonización y el de energías renovables del 32% fijados por la Unión Europea para 2030 necesitamos proyectos de este tipo”.

De hecho, Cadenas establece el paralelismo con lo que las carreteras supusieron en su momento: “Al igual que las autovías se lanzaron para que España formase parte del libre comercio en Europa, ahora las interconexiones de redes eléctricas nos permiten llevar a cabo la transición energética y que la energía fruto de las renovables pueda circular por toda Europa sin cortapisas cubriendo un mayor porcentaje del suministro eléctrico”, asegura.

Para los presidentes de Red Eléctrica de España (REE) y Réseau de Transport d’Électricité (RTE), Jordi Sevilla y François Brottes, “las interconexiones internacionales no solo aumentan el tamaño de los sistemas eléctricos nacionales, otorgándoles estabilidad y seguridad de suministro, sino que también reducen las necesidades de nueva potencia instalada, moderan los precios de la electricidad y evitan vertidos de generación de renovables”.

Además, este tipo de proyectos “actúan como auténticas autopistas de la electricidad a través de países y continentes y transforman las renovables en energías nómadas, con capacidad para ser instaladas en los mejores emplazamientos, allí donde su inversión puede ser más rentable”, aseguran.

Pero dicho hito va más allá de los logros de ambas compañías. Para Jordi Sevilla, “las interconexiones son un proyecto estratégico para Europa y para España, pero también para Euskadi. Una oportunidad para la industria vasca, que podrá participar en un proyecto puntero a nivel tecnológico y de vanguardia en colaboración con los grandes grupos europeos que desarrollarán esta infraestructura”.

Además, según Cadenas, el proyecto de interconexión submarina entre España y Francia evidencia también la necesidad de colaboración entre países cuando se trata de establecer retos conjuntos: “Este es un ejemplo de colaboración entre las instituciones europeas, españolas y vascas para continuar adelante con el proyecto”. Y es que “poner a dos equipos distintos a trabajar por un objetivo común es fundamental, es una manera de hacer Europa y de construir la Unión Europea. De hecho, este proyecto es básico en la construcción de la Unión de la Energía”.

Diez años de colaboración entre REE y RTE

El impulso definitivo de la interconexión submarina entre España y Francia llega en el décimo aniversario de la creación de Inelfe, la compañía participada por REE y RTE y cuyo objetivo inicial pasaba por poner en marcha el primer proyecto de interconexión subterránea entre ambos países a través de los Pirineos orientales.

Ese objetivo, canalizado a través de la interconexión Santa Llogaia-Baixas, ya ha supuesto un ahorro de 327 millones de euros. Además, el proyecto ha permitido incrementar los intercambios físicos de energía eléctrica en un 90%, lo que tiene un incremento directo tanto en competencia y eficiencia como en optimización de la integración y aprovechamiento de generación renovable y libre de emisiones.

“Inelfe es una novedad respecto a la forma de abordar este tipo de proyectos en Europa”, asegura François Brottes. “Es un reto constante para los equipos de Red Eléctrica y RTE, superado a base de colaboración, flexibilidad y consenso para alcanzar una meta común, situarnos en la vanguardia tecnológica y constituir un hito de primer orden mundial”.

Para la presidenta de la compañía, Eva Pagán, “Inelfe es un producto de Europa. Es fruto de la convicción, el acuerdo y el impulso de la Unión Europea, Francia y España, con el objetivo de que la Península Ibérica deje de ser una Isla eléctrica y forme parte plenamente integrada del continente”.

Por ello, “la visión de Inelfe es la de continuar trabajando en esta línea para garantizar que ambos países puedan acceder en igualdad de condiciones a los beneficios que las interconexiones eléctricas proporcionan, haciendo posible la gran meta de la Unión de la Energía: energía limpia para todos los europeos”.

En la celebración del décimo aniversario de Inelfe participaron, entre otros, Xabier Ormaetxea, consejero de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia; Catharina Sikow-Magny, responsable de Redes e Iniciativas Regionales de la dirección general de Energía de la Comisión Europea; Juan Lasala, consejero delegado de Red Eléctrica; Emma Navarro, vicepresidenta del Banco Europeo de Inversiones; Jordi Sevilla, presidente de Red Eléctrica; François Brottes, presidente de Réseau de Transport d’Électricité (RTE); Eva Pagán, presidenta de Inelfe y directora general de Transporte de Red Eléctrica; Jesús Loza, delegado del Gobierno en el País Vasco; Javier Zarraonandia, viceconsejero de Industria del Gobierno Vasco; y Dominique Millan, director general de Inelfe.

 

Fuente. El Confidencial (25-11-2018)

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *