Las dos caras del desplome del crudo: pone a prueba al sector pero también abre una ventana de oportunidad

Desde los máximos del año el precio del barril de Brent -de referencia en Europa- se ha desplomado más de un 20%, aumentando la presión sobre las petroleras de la región, que retroceden un 14% de media desde los máximos del último año. Tras años en los que la industria ha tenido que apretarse el cinturón, la debilidad del petróleo pone a prueba los ajustes realizados por el sector, que ahora es mucho más eficiente que hace unos años. La OPEP se desespera con la caída del petróleo.

De acuerdo con los cálculos realizados por JP Morgan, el breakeven de generación de caja después del pago de dividendos del sector se situará este año en los 53 dólares y en 2019 en los 47 dólares. En caso de cumplir con estas expectativas, con el Brent en la zona de los 67 dólares y el West Texas en los 57 dólares, las políticas de retribución de las compañías deberían estar garantizadas y la rentabilidad prometida para los próximos años es elevada.

Según las estimaciones de JP Morgan, a los precios actuales está previsto que el retorno de capital para el accionista de Shell en el periodo 2018-2022 sea de cerca del 40% de su capitalización actual. En el caso de Repsol y BP sería del entorno del 32% y en el de Total y Eni rondaría el 30%. Mientras, el de OMV se quedaría en el 27% y el de Equinor -la antigua Statoil- se situaría ligeramente por debajo del 20%.

Según la entidad norteamericana, solo Shell y Eni tienen un breakeven superior al precio actual del West Texas -58 y 59 dólares, respectivamente-. Eso sí, ambas bajarán ampliamente de ese nivel: la británica fijará el breakeven en los 47 dólares en 2019 y la italiana lo situará en 52 dólares en 2020. “El foco de las grandes sigue estando en la eficiencia y la tecnología mientras siguen siendo disciplinadas con los costes. Aunque algunas de las limitaciones de los precios más bajos han crecido para las petroleras, el deseo de mantener los gastos sigue vigente y los presupuestos sobre la inversión para el medio plazo permanecen básicamente sin cambios”, apuntan en JP Morgan.

Así las cosas, los analistas ven potencial en un sector que fue capaz de presentar unos resultados del tercer trimestres convincentes pero que fueron opacados por la caída del crudo. “Las compañías integradas globales lograron el cash flow operativo trimestral más alto desde el primer trimestre de 2014, cuando los precios del petróleo se situaban en los 108 dólares por barril. La generación de flujo de caja ha subido un 25% frente al trimestre anterior con un precio del crudo prácticamente plano”, resaltan desde Berenberg. “Vemos las ventas que se han producido en el mercado como una oportunidad para acceder a un potencial atractivo”, destacan, por su parte, en UBS.

Para este 2018 los analistas esperan que las 10 grandes firmas del sector en Europa aumenten su beneficio un 77%, hasta los 61.200 millones de euros. Para los próximos dos años las estimaciones apuntan a un crecimiento del 18,5%, alcanzando en 2020 unas ganancias conjuntas de 72.500 millones de euros.

Qué recomiendan

En este contexto, los expertos ven varias oportunidades de compra para aquellos que estén pensando en ganar exposición al sector petrolero. Royal Dutch Shell, Total, BP, Eni y OMV cuentan con una recomendación de compra para el consenso de mercado. Mientras, Equinor y Repsol lucen un mantener muy cercano al comprar, Snam y Equinor también son un mantener y Galp tiene el único consejo de venta. Por múltiplos, las petroleras cotizan a 9,9 veces el beneficio estimado para el próximo año.

 

Fuente: El Economista (14-11-2018)

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